31 de Enero "Carta a tí mamá". Parte 1

Mamá se me hace raro escribirte una carta , pero imagino que no soy capaz de decirte lo que te escribiré aquí nunca. 

Nunca hemos tenido buena relación, ya lo sabes. Pero empecemos por el principio. Quiero hacer las paces con todas las cosas de mi vida y tú eres una desde hace años que me produce mucha intranquilidad. 

La verdad es que no se porque dicen que los problemas de adulto tienen su raíz en la infancia y especialmente en la relacion que hayas tenido con tus padres. No sé, no tengo nada que perder y espero que mucho que mejorar , por intentarlo que no quede. 

Aquí estoy mamá, imaginándote frente a mi y queriéndote decir tantas cosas que guardo dentro. Cuando te pienso el sentimiento que me inunda es de pena y rabia. Creo que sobre todo este último. Alguien me preguntó alguna vez si yo no odiaba a nadie, y creía que no. Pero la verdad es que creo que te odio. Te odio mucho por muchas cosas , pero espero dejar de hacerlo cuando vomité mis vísceras aquí h toda la rabia salga fuera. 

Creo que como cualquier pareja joven que espera su primera hija, fui tu ilusión. Eso se nota, yo lo he visto en esas antiguas cintas de VHS, que ya no se si recuperaré alguna vez. Ojalá. Mi infancia fue muy bonita mamá, papá y tú me disteis los mejores años. Nunca me faltó nada. De hecho tuve más de lo que cualquier niña pudiera desear. Me crié en un barrio obrero y nunca faltaba un cumpleaños por todo lo alto o el salón lleno de regalos en Navidad. Tenía de todo y más. Ese quizás pudo ser el problema, tenía de todo menos lo que más necesitaba, una mamá.

Trabajabas mucho, ya lo se, también odio Mercadona con todas mis fuerzas porque he visto en lo que te has ido convirtiendo por su culpa. 
Siempre has sido una mujer ambiciosa, con dotes de superación y ganas de aspirar a más en la vida. Nadie te iba a parar. Eras buena en tu trabajo y llegaste a lo más alto. Pero a cambio sacrificastes todo tu tiempo conmigo. Ya no me veías crecer , ni estabas conmigo cuando te necesitaba, yo no tuve esas charlas madre hija ni nada de eso , nie da confianza que suele tener la gente con sus madres. Ya te sentía lejana. Me crió mi yaya, prácticamente, bueno y mi papá, pero eso para otro capítulo . Ella estaba ahí siempre , cuando salía del cole , cuando tenía que hacer los deberes, cuando me hablaba de los amoríos de cuando eres niña, de las primeras peleas con tus amigas, hasta de cuando me vino mi primera regla. Tu no estabas. 
La primera charla de chicos y sobre el primer beso, o que tuviera cuidado con lo que hacía. Esas cosas tan importantes, no fueron contigo . Y no digo que con ella fuera idílico, porque también me llevaba a matar , digo que no fue contigo. 

Me disteis muchas salidas con un ritmo de vida altos, comíamos en mil sitios los domingos, hacíamos viajes ... Me encantaba cuando estábamos bien. Los domingo en la cama juntas viendo la tele, comiendo tostadas de pan con aceite. 

Sabes cuándo si estabas ? Cuando me ponía enferma. Claro ahí si estabas. Cuántas noches hemos pasado en el materno o cuántas noches en vela te habré dado. Y fíjate lo curioso de la vida ... Que cada vez que me pongo enferma voy a buscarte. Y quiero estar allí contigo. Porque me cuidas y porque me siento querida. Supongo que me siento otra vez pequeña. Y se me saltan las lágrimas al recordarlo. 
¿Cuando empezó a cambiar todo?

9 años después de nacer yo, nació mi hermana. 
Aquello fue un regalo, de aquellos años si tengo mil recuerdos. Éramos una familia increíble perfecta. Teníamos amigos que venían a casa , celebraban navidad, noche vieja , cumpleaños , hacíamos escapadas con otros amigos, Sierra Nevada , la Alpujarra, la Coruña, Madrid... Todo lo recuerdo muy bonito. Y a ti hermanita, te odiaba por haberte llevado todo mi protagonismo, pero es que eras tan bonita.

Mamá tú empezasteis a trabajar más que nunca, ya te veia leer libros para ser jefa , hacer resúmenes, cuadrantes de horario... Vivías para Mercadona. El estrés y la ansiedad era tu día a día. Yo ya no era tan pequeña , lo veía porque es que nunca te veía.
 Trabajabas a turno partido y con suerte a las diez de la.noche me dabas las buenas noches antes de dormir. Nunca fuistes a una reunión del colegio y a duras penas llegabas a alguna cosa mía del cole, se que lo intentabas, lo sé y yo te buscaba desde encima del escenario. Estaba apuntaba a todo lo que había en el colegio porque no era fácil compatibilizar los hijos y el trabajo. El colegio, el comedor, el teatro, la Escolanía ... Y no te imaginas lo contenta que me ponía el día que llegaban las dos de la tarde y alguien me recogía. Obviamente no eras tú, pero no pasa nada. 

Siempre me has dicho que has trabajado mucho para que no me faltará nada. Lo sé mamá, no me ha faltado nada material. Solo me ha faltado tiempo. Quizás con menos hubiese sido más feliz, quién sabe, pero teniéndote más presente. 

No he sido una niña mala , ni una adolescente muy desastre menos mal, aunque con 1e años me llevarás al psicólogo infantil porque no podías más conmigo.

Todo cambio cuando la yaya empezó a estar mal... Cuando ya no podía vivir sola, cuando nosotros no podíamos hacernos cargo de ella y cuando tuviste que meterla en una residencia. Muy a su pesar , porque ella era una mujer muy independiente y entrar ahí la mató.

Creo que no he pasado dolor más grande que ir a esa residencia ( obligada , porque yo no quería ) y verla así. ¡Era tan triste! Verla sentada al sol , esperando que pasarán los minutos y las horas sin nada que hacer. Parecía sola y abandonada. Sin su tinte de pelo, con ropa prestada, sin maquillar, sin sus uñas pintadas, con lo presumida que tú sabes que era. Fue cuestión de meses el fatídico desenlace. Y a partir de ahí empezó mi calvario contigo. 

Mamá entiendo tu depresión, entiendo tu culpabilidad. Escribiendo esto siento de nuevo una presión en el pecho que me abruma. Así que pararé aquí por ahora y cuando tenga fuerzas escribiré la segunda parte de esta carta que es la que más me duele y me abre el alma en dos. 

Entradas populares de este blog

Del Revés.

.

El comienzo de mi nueva yo